jueves, 23 de julio de 2009

Dulce trampa

Tienes un modo mágico de ser ese algo especial que nunca encuentro y he caído en la dulce trampa de querer poseerte, siempre me desnudo el corazón ante ti, cuando te brillan los ojos y te contemplo en estado de libertad y casi no puedo soportar la sensación de que no estés en la medida que yo si estoy. Me llenas del mismo modo que después me vacías y la sensación es dura. Se que puede ser mi subconsciente que me juega malas pasadas, que tengo la mala costumbre de querer aterrizar todas las veces que contigo vuelo y debería quedarme en las nubes, en la inopia, creer que sientes lo que yo, en la misma dosis y en la misma proporción.
Déjame quedarme en tu mente, devuélveme tu capacidad de amar, déjame entrar, ríndete, debilítate conmigo (yo estoy bajo mínimos), búscame, rescata momentos, obsesiónate, deséame, quiéreme, necesítame y comprende de una vez el universo abierto que me dejas lleno de huecos si no estas de alguna manera para cubrirlos, que son pocas horas de vida las que me das y muchas para pensar que no eres real.

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